Ayudando a nuestros vecinos de la comunidad LGBTQ a sentirse seguros, bienvenidos y visibles — en un pueblo pequeño

Ayudando a nuestros vecinos de la comunidad LGBTQ a sentirse seguros, bienvenidos y visibles — en un pueblo pequeño

Los adolescentes de Pescadero han crecido rodeados de palabras como “discriminación”, “estereotipos” y la importancia de celebrar la “diversidad”. Pero esos conceptos se concretaron este mes en una orientación del Programa de Liderazgo y Empleo Juvenil de Puente. La sesión se enfocó en los desafíos únicos que sufren las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y queer (LGBTQ) y la importancia de crear una comunidad segura y abierta para todos. Un panel del personal de Puente habló con los jóvenes y respondió a las preguntas sobre sus propias experiencias LGBTQ, como personas LGBTQ y como aliados de ésta comunidad en una manera abierta y entusiasmada.

“Puente siempre se ha esforzado en crear espacios que den la bienvenida a la comunidad de la Costa Sur, incluyendo un espacio seguro para los jóvenes y adultos LGBTQ” dice Kerry Lobel, Consejera Estratégica de Proyectos en Puente. Lobel, una de las lesbianas más visibles en la zona de la costa y la previa Directora Ejecutiva del Comité Nacional LGBTQ, fue una de las cuatro panelistas.

Es probable que este enfoque hacia las necesidades de la comunidad LGBTQ vaya a intensificarse conforme Puente da pasos para incorporar más visibilidad contextual al apoyo de los jóvenes y adultos LGBTQ en la Costa Sur.

“Queremos construir y apoyar a una comunidad segura y alentadora para todos, sin importar la orientación sexual, la identidad de género o la expresión de género,” dice Rita Mancera, Directora Ejecutiva de Puente. “Es de una importancia crítica que todos nosotros aprendamos a ser buenos aliados y a fomentar una Costa Sur que dé la bienvenida a cada joven y adulto”.

Junio es el Mes del orgullo LGBTQ en los Estados Unidos. Irónicamente, también ha quedado marcado por la masacre del club en Orlando, que ocurrió el 12 de junio del 2016. Parte de la discusión entre los jóvenes se centró en cómo términos coloquiales inocentes, pero derogativos que los estudiantes utilizan en la escuela pueden crear una atmósfera donde sus compañeros LGBTQ no se sientan seguros.

“Los chicos y chicas a los que les insultan o acosan pueden tener problemas emocionales, académicos y físicos,” dice Mancera. “No deberíamos utilizar estas palabras porque son una forma de discriminación. El punto clave es la justicia social. Queremos justicia social para las mujeres, para los niños y niñas, para los campesinos… Y eso quiere decir que no debemos utilizar estereotipos, acosar o discriminar”.

Puente ha sido reconocido como un espacio abierto a la comunidad gay durante mucho tiempo. Entre los miembros del personal ha habido muchas personas gay, lesbianas o bisexuales. Los servicios de salud mental de Puente siempre están disponibles para los jóvenes y adultos que estén luchando con preguntas sobre la identidad sexual u orientación de género. Todos son bienvenidos en Puente.

Sin embargo, incluso Puente podría desarrollar un mejor trabajo proporcionando apoyo a la comunidad LGBTQ como un aspecto más visible y central en sus operaciones diarias, dice Mancera.

“No hemos hecho lo suficiente en esta comunidad. Pienso que las personas tienen miedo de descubrir su identidad. Incluso los adultos. Sus dudas se complican con otros factores sociales que entran en juego – la raza, el estatus migratorio, y los ingresos – haciendo más difícil aún reconocer la identidad sexual en un pueblo pequeño como Pescadero. El temor a perder el trabajo o el apoyo de la familia es muy real,” dice Mancera.

¿Por qué ocurre eso? Según Noel Chávez, Previo Director de Educación de Puente, una gran parte se debe a estar en un pueblo tan pequeño y aislado, donde todos se conocen unos a otros y a menudo son parientes. Sin embargo, de lo que no se habla abiertamente es sobre la orientación sexual o identidad de género. Y en ocasiones “ese silencio puede hablar más alto que las palabras,” dice Chávez.

“Cuando llegué al pueblo, no escuché mucho sobre las personas que se identificaban como LGBTQ o de algún otro modo. Como latino gay, quería ser transparente. Una parte importante de eso es romper con los tabús que todavía existen en Pescadero”, dice.

En Puente, Chávez hizo práctica habitual de hablar sobre su novio de largo plazo a los estudiantes de sus clases de adultos de ESL. Nunca nadie lo hizo sentirse diferente o no bienvenido. Pero alguien que crece en un pueblo y va a una preparatoria con menos de 100 estudiantes puede tener una experiencia diferente, señala Chávez.

La presencia de Chávez hizo posible que los jóvenes le revelaran su identidad y le pidieran apoyo, lo cual fue algo muy positivo y saludable. Pero en la mayoría de los casos, los jóvenes no se sienten cómodos hablando sobre su orientación sexual o de género con sus padres.

“Pero sus niños y niñas están teniendo estas conversaciones,” añade Chavez. “En cualquier caso, los jóvenes de Pescadero son conscientes de ello y hace falta trabajar aún más para romper los tabúes con sus padres.”

Mancera dice que los adultos latinos LGBTQ son prácticamente invisibles en la comunidad general. “Eso te muestra cuántas personas están viviendo con esta opresión”, dice.

Erica Hays quiere que los jóvenes crezcan sabiendo que cuestionar la propia orientación sexual o la identidad de género puede ser parte del crecimiento. Como Directora de la Escuela Primaria de Pescadero, ha tenido conversaciones difíciles con unos cuantos estudiantes particulares y sus padres después de que algunos estudiantes reaccionaran de mala manera tras descubrir que alguien era LGBTQ.

“Los estudiantes siempre van a decir algo como “eso es gay” o “eres gay” y no saben lo que hay detrás de eso,” dice.

Hays ha invitado incluso al sheriff del condado de San Mateo a dar una charla a los estudiantes sobre el acoso, con un énfasis especial en el respeto a sus compañeros LGBTQ.

Es un desafío constante el recordar a los estudiantes que sean respetuosos, dice Hays. Pero lo más elemental es que los estudiantes deben sentirse seguros y respetados.

“Siempre que alguien hace algún comentario, intento reforzar la idea de que este es un espacio seguro, como lo es Puente, y que las personas son diferentes. Y que a algunas chicas les gustan las chicas, y que a algunos chicos les gusta los chicos – para que todo el mundo se sienta motivado a respetar las diferencias”.

Es un asunto delicado, que además los padres tienen tendencia a evitar explorar, dice Hays. Al mismo tiempo, se ha dado cuenta de que los estudiantes se están haciendo más conscientes de los asuntos LGBTQ en edades más tempranas, porque está en las noticias. Y eso inevitablemente va a cambiar la dinámica educativa.

“Todo se mantenía callado cuando era niña. Y ahora que las cosas están mucho más a la vista, nos van a hacer más preguntas,” predice. “¿Es esto algo que hay que discutir en una junta de padres? No lo sé”.

El estigma asociado frecuentemente con el tema de las personas LGBTQ en las escuelas condujo a la Ley del Senado 48, la ley educativa FAIR, firmada por el gobernador en el 2011, que requería la inclusión de las contribuciones sociales, económicas y políticas de las personas con discapacidades, gays, lesbianas y bisexuales y transexuales en los libros de texto educativos y en el currículum de estudios sociales de las escuelas públicas de California.

Incluso en Puente el año pasado se llevó a cabo un entrenamiento interno del personal para responder a preguntas sobre la identidad de género y la orientación sexual. Fue una experiencia iluminadora para todos. “Recuerdo al personal latino especialmente, ver esto causó en mí una gran impresión. Era la primera vez que algunos recibían información como ésta. Incluyéndome a mí misma. Solíamos pensar que sólo había gays o lesbianas. Hay muchas personas que son diferentes, y esto está evolucionando y haciéndose más sofisticado”, dice Mancera.

Puente está ahora más preparado que nunca para apoyar a sus miembros LGBTQ. La pregunta es cómo asegurarnos de que se sienten suficientemente cómodos para entrar en conversación con nosotros – especialmente los adultos latinos.

“Si la gente entra por nuestra puerta, se les va a cuidar bien. Creo que la pregunta es ¿Estamos haciendo un trabajo suficientemente bueno para conseguir que pasen por nuestra puerta?” pregunta Lobel. Ella cree que Puente se enfrenta a un desafío especial para entrar en contacto con los adultos LGBTQ que sólo hablan español y hacerles saber que son bienvenidos sin importar cómo decidan identificarse.

Una sugerencia para normalizar las conversaciones sobre los asuntos LGBTQ es hacer que cada programa de Puente utilice ejemplos que incluyan personas LGBTQ en sus materiales didácticos y talleres, de modo que se resista la tendencia a utilizar sólo ejemplos de familias heterosexuales, ya sea en el contexto de una clase teórica de manejo o una clase para padres de como hablar con sus hijos.

Cuanto más escuche la gente acerca de los latinos LGBTQ, más fácil será aceptarlos – especialmente entre la población local.

“Es muy difícil estigmatizar a alguien cuando es tu vecino”, así es como Lobel lo presenta. “Lo mejor que Puente puede hacer es decir “usted ya conoce a personas LGBTQ entre nosotros; son sus hermanos, sus hermanas y sus amigos”.

Puente cree en una comunidad diversa, equitativa, e inclusiva en la Costa Sur, que involucra y respeta a todos sus residentes. Por Favor considere hacer una donación para Puente hoy para seguir impulsando ésta visión adelante.

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