For some people, getting dental care can be an afterthought. For those who have been to the dentist only once or twice in their lives – or maybe never – it might even seem like a luxury.
In and around Pescadero, farm workers and their families have historically fallen into one of those two groups. Reaching the nearest dental office required a long haul to either Half Moon Bay or San Mateo – up to 45 minutes’ commute each way. Weekday office hours would essentially oblige someone to take a day off work – not too appealing. Easier to skip the dentist.
But not anymore. Now, going to the dentist is as easy as stopping by Pescadero High School on Thursdays and Fridays twice a month.
“We encounter people who have never been to the dentist. Others haven’t seen a dentist in ten or twenty years,” says Tricia O’Hara, Community Health Manager for Puente.
Puente’s adult dental clinic originated in 2016. It exists thanks to a partnership with Sonrisas Dental Health of Half Moon Bay and a grant from San Mateo County. Their Health Care for the Homeless & Farm Worker Health program delivers high-quality care to vulnerable patients at a fraction of the cost.
Thanks to that funding source, visits to the Puente dental clinic cost $25, no matter what service or procedure is required. Services include deep cleanings, fillings, onsite X-ray imaging, extractions, and even dentures.
“Local farm workers are able to get access to really great dental care for much cheaper than they can find in other places,” O’Hara says.
The proximity factor is huge, too. “We have participants who are working in fields five minutes away, and they can be seen by the dentist and only miss an hour or two of work, as opposed to their whole day,” she adds. Puente also arranges for free transportation when needed. From May 2018- May 2019, this program has led to 284 dental exams for 82 participants.
The Pescadero dental “office” is not a typical clinic. It’s an improvised space inside a conference room on Butano Cutoff Road that hosts meetings for the La Honda-Pescadero Unified School District Board of Trustees. It’s staffed by Sonrisas (Dr. Gabriella Bateman and her team) and Puente (Community Health Associate Maricela Zavala and Puente’s Promotoras). On clinic days, they pull in tall screens to set up a reception area and wall off a treatment zone. Sonrisas wheels in its portable equipment.
Word has spread about the clinic, thanks in large part to the consistent efforts of Puente’s “Promotoras de Salud,” or Community Health Workers, who go from farm to farm doing outreach to farm workers and families. They answer questions and help connect participants to Puente’s medical and dental programs.
The dental clinic treats up to seven participants a day, or 21 per month if they are all one-time patients.
“There’s definitely a high demand. We have a waiting list. When I came to Puente a year ago, it was over 100 people long. We’ve gotten through a lot of them – it’s now 40 or 50 people,” says O’Hara, who is part of a team that handles people’s health history and other paperwork during appointments, which includes processing referrals for dental work that can’t be done in-house.
The clinic wait list sometimes includes participants who are struggling with chronic tooth pain, however Puente prioritizes people who are facing acute dental emergencies.
“[When] someone comes to us who in pain, we can generally fit them in pretty quickly,” says O’Hara.
Even though they know they need to see the dentist, participants can be fairly fearful when they walk into the clinic for the first time. That’s why Puente always has its Promotoras on hand during dental clinic hours: seeing the friendly face of a trusted acquaintance can soothe jangled nerves.
“It’s someone participants are familiar with, who’s already been helping them,” explains O’Hara.
Puente previously pioneered dental care for other underserved groups on the South Coast. In June 2018, Puente’s childcare co-op invited the Ravenswood Family Health Care Center to come to Pescadero and set up its mobile dental clinic in a Puente classroom for one day a month. Ravenswood brings a child-sized dental chair and other essential equipment, along with some toys. Five children aged 18 months to three years have seen the dentist – most of them for the first time.
And before its current iteration, Puente teamed up with Sonrisas on a pilot program, to offer “field” dental work in its truest form. Back in 2014, Sonrisas would literally set up its portable dental chair in artichoke fields and do screenings for participants on their lunch break.
They would then receive personalized referrals for low-cost follow-up appointments at Sonrisas, which Puente would help them keep (and get to in Half Moon Bay).
It was a limited test run, but without those early programs, Puente would never have been able to develop its current service with Sonrisas.
“It’s something people really seem to appreciate,” O’Hara says.
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Puente asegura atención dental para trabajadores agrícolas.
Para algunas personas, obtener atención dental puede ser una necesidad poco prioritaria. Para aquellos que han ido al dentista sólo una o dos veces en sus vidas, o tal vez nunca, incluso puede parecerles un lujo.
En Pescadero, históricamente, los trabajadores agrícolas y sus familias han caído en uno de esos dos grupos. Ir al consultorio dental más cercano requería un largo recorrido hacia Half Moon Bay o hacia San Mateo, lo que implicaba hasta 45 minutos de viaje. Con horas de visita sólo los días de semana, esto esencialmente les obligaban a tener que tomarse un día libre, lo cual no era atractivo porque significaba un día sin paga. A fin de cuentas era más fácil no ir al dentista.
Esto por fin se acabó. Ahora, ir al dentista es tan fácil como ir dos veces al mes, los jueves y viernes, a la Preparatoria de Pescadero.
“Nos encontramos con personas que nunca han estado en el dentista. Otros, no han visto a un dentista en diez o veinte años,” dice Tricia O’Hara, Gerente de Salud Comunitaria de Puente.
La clínica dental para adultos de Puente se originó en 2016. Existe gracias a la asociación de Puente con Sonrisas Dental Health de Half Moon Bay y una subvención del Condado de San Mateo. Su programa de Atención Médica para Personas sin Hogar y Salud de Trabajadores Agrícolas, brinda atención de alta calidad a pacientes vulnerables a una fracción del costo.
Gracias a esa fuente de financiamiento, las visitas a la clínica dental de Puente cuestan $25, sin importar qué servicio o procedimiento se requiere. Los servicios incluyen limpiezas profundas, empastes, radiografías in situ e incluso dentaduras postizas.
“Los trabajadores agrícolas locales pueden obtener acceso a un excelente cuidado dental de una manera mucho más barata que lo que pueden encontrar en otros lugares,” dice O’Hara.
El factor de proximidad es enorme también. “Hay participantes que están trabajando en los campos a cinco minutos de distancia, y sólo tienen que faltar una o dos horas de trabajo para ver al dentista, a diferencia de todo el día,” agrega. Puente también organiza transporte gratuito cuando sea necesario. De mayo 2018 a mayo del 2019, este programa ha hecho 284 exámenes dentales para 82 participantes.
El “consultorio” dental de Pescadero no es una clínica típica. Es un espacio improvisado dentro de una sala de conferencias del Distrito Escolar Unificado de La Honda-Pescadero. Está compuesto por Sonrisas (Dra. Gabriella Bateman y su equipo) y Puente (O’Hara, junto con la Asociada de Salud Comunitaria Maricela Zavala). En los días de clínica, colocan algunas pantallas altas para configurar un área de recepción y tapan una zona de tratamiento. Sonrisas llega con su equipo portátil.
Se ha corrido la voz acerca de la clínica, gracias en gran parte a los esfuerzos constantes de las “Promotoras de Salud” de Puente que van de un rancho a otro haciendo actividades de divulgación a los trabajadores y familias. Responden preguntas y ayudan a conectar a los participantes con los programas médicos y dentales de Puente.
La clínica dental atiende hasta siete participantes por día, o 21 por mes.
“Definitivamente hay una gran demanda. Tenemos hasta una lista de espera. Cuando vine a Puente hace un año, había 100 personas. Hemos ayudado a muchos de ellos, ahora sólo quedan 40 o 50 personas por atender” dice O’Hara, que forma parte de un equipo que se encarga del seguro de salud de las personas y otros trámites durante las citas, lo que incluye el procesamiento de referencias para trabajos dentales que no se pueden realizar en la clínica”.
La lista de espera de la clínica incluye participantes que están luchando contra el dolor crónico de los dientes. Puente también da prioridad a las personas que enfrentan emergencias dentales agudas.
“Si un participante llega con un dolor fuerte, generalmente le podemos dar una cita con bastante rapidez,” dice O’Hara.
A pesar de ser conscientes que necesitan ir a ver al dentista, los participantes pueden tener bastante miedo al entrar en la clínica por primera vez. Es por eso que Puente siempre tiene a sus promotoras a mano durante las horas de clínica dental: ver la cara amable de un/a conocido/a de confianza puede calmar los nervios de los participantes.
“Es alguien con quien los participantes están familiarizados, quien ya los ha estado ayudando,” explica O’Hara.
Puente fue pionero en el cuidado dental para otros grupos desatendidos en la Costa Sur. En junio de 2018, la cooperativa de cuidado de niños de Puente invitó al Centro de Atención de Salud Familiar de Ravenswood para que viniera a Pescadero y estableciera su clínica dental móvil en un salón de clases de Puente por un día. Ravenswood trajo una silla dental para niños y otros equipos esenciales, junto con algunos juguetes. Cinco niños de 18 meses a tres años visitaron al dentista, la mayoría de ellos por primera vez.
Y antes de su relación actual, Puente se unió a Sonrisas en un programa piloto, para ofrecer trabajo dental de “campo” en su forma más verdadera. En 2014, Sonrisas instalaría literalmente su silla dental portátil en campos de alcachofas y realizará exámenes de detección para los participantes en su hora de almuerzo.
Luego recibirán referencias personalizadas para citas de seguimiento de bajo costo en Sonrisas en Half Moon Bay, y con los que Puente les ayudaría también.
Fue una programa piloto limitado, pero sin él Puente nunca habría podido desarrollar su servicio actual con Sonrisas.
“Es algo que la gente realmente parece apreciar,” dice O’Hara.
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